8 min de lectura - 6 de octubre de 2025
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La latencia de red mide el retardo entre los puntos de transferencia de datos en una red y es crucial para aplicaciones como las videollamadas, los juegos y el comercio financiero. Una latencia alta puede perjudicar el rendimiento, la experiencia del usuario y las operaciones empresariales. He aquí cómo medirla y gestionarla eficazmente:
Una gestión eficaz de la latencia garantiza el buen funcionamiento de los servicios en la nube, las plataformas de streaming y las aplicaciones en tiempo real. Utilizando las herramientas y estrategias adecuadas, puede minimizar los retrasos y mantener un rendimiento óptimo.
Para medir la latencia con eficacia, necesita una configuración fiable de los puntos finales de la red.
Los puntos finales de prueba deben colocarse estratégicamente en ubicaciones globales clave, incluidas las oficinas principales, para reflejar las condiciones de red reales que experimentan los usuarios. Por ejemplo, el uso de la infraestructura distribuida globalmente de servidores FDC (https://fdcservers.net), que proporciona acceso a más de 70 ubicaciones en todo el mundo, puede ayudar a garantizar evaluaciones de latencia exhaustivas y precisas. La configuración de estos puntos finales es un primer paso fundamental para una medición precisa.
Una vez configurados los puntos finales, el siguiente paso es calcular la latencia. He aquí algunos métodos clave para medirla:
Usar Ping es uno de los métodos más simples. Envía ICMP Echo Requests a un objetivo y mide el tiempo que tarda en responder. Por ejemplo, ejecutar ping google.
com mostrará los tiempos de respuesta en milisegundos. Las pruebas desde diferentes ubicaciones pueden poner de manifiesto cómo la distancia y el enrutamiento afectan a la latencia.
Por otro lado,Traceroute traza la ruta que siguen tus datos a través de la red. Funciona enviando paquetes con valores TTL (Time to Live) gradualmente crecientes, identificando cada enrutador a lo largo del camino y midiendo la latencia en cada salto. En Windows, el comando es tracert
, mientras que los usuarios de Linux y macOS pueden utilizar traceroute
.
La monitorización sintética implica el uso de agentes automatizados para simular las acciones de los usuarios. Estos agentes ejecutan secuencias de comandos que prueban las interacciones y miden la latencia de forma proactiva, ofreciéndole información antes de que los usuarios reales se vean afectados.
Una vez que domine los conceptos básicos de la medición de latencia, el siguiente paso es elegir la herramienta adecuada para el trabajo. La herramienta que elija puede hacer o deshacer su análisis - la selección de la equivocada podría dejarle con datos incompletos o pérdida de tiempo y recursos.
No todas las herramientas son iguales, y conocer sus puntos fuertes y sus limitaciones es fundamental para tomar una decisión con conocimiento de causa. Analicemos algunas opciones populares:
He aquí una rápida comparación para ayudarle a sopesar sus opciones:
Utilice esta tabla como guía para reducir sus opciones en función de sus requisitos específicos.
A la hora de elegir una herramienta de medición de latencia, tenga en cuenta estos factores:
Medir la latencia con precisión es sólo el principio. El verdadero valor reside en adoptar prácticas de supervisión inteligentes que transformen los datos brutos en información práctica. Estas estrategias pueden ayudarle a crear un sistema fiable para identificar los problemas de latencia antes de que afecten a sus usuarios.
La colocación estratégica de agentes de supervisión en ubicaciones críticas de la red le ofrece una visión más clara de la experiencia del usuario de extremo a extremo. Empiece por identificar las regiones con mayor actividad de usuarios y despliegue agentes en las principales ciudades para garantizar una amplia cobertura geográfica.
Coloque agentes en ubicaciones periféricas para supervisar eficazmente el rendimiento de extremo a extremo. Por ejemplo, las empresas que utilizan la red global de FDC Servers -que abarca más de 70 ubicaciones- pueden desplegar agentes tanto en los servidores de origen como en los puntos de distribución clave para capturar toda la cadena de entrega.
Para capturar diversos datos de rendimiento, despliegue agentes en varios tipos de red, incluidos ISP, entornos de nube y redes móviles. Añada redundancia instalando varios agentes en regiones de alta prioridad, garantizando una visibilidad continua incluso si un punto de supervisión se desconecta. Una vez instalados los agentes, establezca rutinas de medición periódicas para detectar rápidamente desviaciones del rendimiento normal.
Después de desplegar los agentes, es crucial establecer una línea de base para el rendimiento de la red. La evaluación comparativa constante del rendimiento le ayuda a distinguir las fluctuaciones rutinarias de las anomalías genuinas. Al recopilar datos históricos de latencia durante un periodo representativo, puede identificar patrones en el comportamiento de la red y definir qué es lo "normal".
Una línea de base sólida establece rangos de latencia aceptables definiendo umbrales superiores e inferiores. Cualquier desviación fuera de estos límites podría indicar problemas subyacentes que requieren atención. Por ejemplo, un aumento sostenido de la latencia podría indicar congestión u otros problemas.
A medida que la red evoluciona -con nuevas infraestructuras, cambios en el encaminamiento o cambios en los patrones de tráfico-, la actualización periódica de la línea de base garantiza que refleja las condiciones actuales. Tener en cuenta las variaciones estacionales, como los periodos previsibles de mucho tráfico, también puede ayudarle a evitar alertas innecesarias.
La latencia es sólo una pieza del rompecabezas del rendimiento de la red. Para obtener una imagen completa, necesita correlacionar la latencia con otras métricas como el uso del ancho de banda, la pérdida de paquetes y el jitter. Este análisis combinado puede ayudarle a identificar las causas fundamentales de los retrasos.
Por ejemplo, una latencia estable con una fluctuación de fase baja indica un rendimiento constante de la red, mientras que una fluctuación de fase alta con picos de latencia indica inestabilidad. Analizando cuándo y dónde se producen los picos de latencia, puede descubrir problemas específicos. Los picos simultáneos en varias rutas pueden indicar problemas en el flujo ascendente, mientras que los aumentos localizados pueden poner de manifiesto problemas regionales.
La integración de estas métricas correlacionadas en sus cuadros de mando de supervisión le permite detectar patrones con mayor eficacia, lo que permite tomar decisiones más inteligentes para mejorar el rendimiento de la red.
Medir la latencia en las redes globales es un factor clave para ofrecer experiencias de usuario fluidas y mantenerse a la cabeza en un entorno competitivo. Desde sencillas herramientas de diagnóstico hasta avanzadas soluciones de monitorización sintética, cada opción desempeña un papel único en la elaboración de una estrategia eficaz para la medición de la latencia.
Combinando estas herramientas estratégicamente, las organizaciones pueden lograr un enfoque completo. Herramientas rápidas como ping y traceroute son excelentes para diagnósticos básicos, mientras que opciones más avanzadas como Netperf e iPerf proporcionan una visión más profunda y detallada. Yendo un paso más allá, las modernas plataformas de monitorización sintética ofrecen visibilidad casi en tiempo real del rendimiento de la red, lo que permite tomar decisiones proactivas.
Laubicación estratégica de la infraestructura de supervisión es crucial para obtener resultados precisos. El despliegue de agentes de supervisión en ubicaciones globales clave permite a las organizaciones descubrir problemas de rendimiento regionales y tomar decisiones de enrutamiento más inteligentes. El uso de proveedores de alojamiento distribuidos globalmente, como FDC Servers, ayuda a situar la supervisión más cerca de los usuarios finales, garantizando una visión más precisa de su experiencia.
Para convertir los datos de latencia en información práctica, es esencial correlacionarlos con otras métricas de red, como la utilización del ancho de banda, la pérdida de paquetes y las fluctuaciones. Este enfoque ayuda a distinguir las variaciones rutinarias de los problemas críticos, proporcionando una base sólida para optimizar el rendimiento de la red.
Por último, las mediciones de referencia coherentes son vitales. Actúan como puntos de referencia, ayudando a identificar rápidamente las desviaciones. La actualización periódica de estas líneas de base garantiza que su estrategia de supervisión siga el ritmo de los cambios en la infraestructura de su red y en los patrones de tráfico.
Las plataformas de monitorización sintética llevan la medición de la latencia de red al siguiente nivel, yendo más allá de herramientas básicas como Ping y Traceroute. Al simular el tráfico real de los usuarios, estas plataformas proporcionan una supervisión continua del rendimiento de la red, ayudando a identificar posibles problemas antes de que afecten a los usuarios.
Mientras que Ping y Traceroute ofrecen métricas directas y reactivas, la supervisión sintética ofrece una visión más completa. Puede evaluar toda la red, señalar las causas fundamentales de la latencia e incluso confirmar el cumplimiento de los acuerdos de nivel de servicio (SLA). Esto la convierte en una potente opción para obtener datos de rendimiento precisos y en tiempo real en redes globales.
Para obtener mediciones de latencia que reflejen las condiciones reales, combine herramientas activas como ping y traceroute con técnicas de supervisión pasiva, como el análisis del tráfico o el uso de sesiones duplicadas. Coloque puntos de prueba en distintas regiones geográficas y alinee los intervalos de prueba para tener en cuenta las variaciones globales.
Tenga en cuenta elementos como el rendimiento de la red local, los saltos intermedios y las diferencias horarias. Ajuste regularmente sus herramientas y compare los resultados con las experiencias reales de los usuarios. Este método ofrece una perspectiva más clara del rendimiento global de la red.
Si observa retrasos constantes, picos inesperados o patrones irregulares en la latencia, puede que haya llegado el momento de revisar sus mediciones de latencia de referencia. Estos problemas suelen indicar cambios en el rendimiento de la red que no deben ignorarse. Del mismo modo, acontecimientos importantes como actualizaciones de hardware, cambios en la topología de la red o aumentos significativos del tráfico son señales claras de que su línea de base necesita una actualización.
Para mantener la precisión de la supervisión del rendimiento, revise y ajuste la línea de base cada 3 a 6 meses. Además, es prioritario actualizar inmediatamente después de cualquier cambio importante en la red. Las actualizaciones periódicas ayudan a garantizar que la monitorización refleja el estado actual de la red.
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